Está indicado desde niños a adultos que padecen enfermedades respiratorias, así como niños con retrasos psicomotores y neurológicos, y enfermedades que derivan en problemas respiratorios, especialmente con retención de secreciones.
En la infancia las infecciones respiratorias son muy comunes, especialmente durante las épocas de otoño e invierno, y el contagio propio entre personas. Todo esto debido a la inmadurez de los pulmones que no se habrán desarollado como los de los adultos hasta los 8 años.
Los resfriados son frecuentes durante estos cambios y si debido el contagio entre hermanos y otros niños en contacto en la guardería o en la escuela pueden darse estas enfermedades respiratorias.
Este tipo de patologías generan una acumulación de secreciones o moco dentro de las estructuras de pulmón que el niño no puede eliminar, causando infecciones respiratorias. Así que es muy importante que las secreciones sean evacuadas de una manera correcta y eficaz. Debido a la incapacidad para expulsarlos, los bebés necesitan la ayuda de un fisioterapeuta entrenado y con experiencia para mantener los pulmones limpios, así como el buen mantenimiento y limpieza de las vías superiores.
La fisioterapia respiratoria no debería sustituir nunca tratamiento médico. Pero es un complemento muy potente para el niño a mejorar más rápidamente y como tratamiento preventivo para evitar recaídas aumentando su calidad de vida.